Confrontando la Violencia Doméstica
con la paz del Evangelio.

Sobre Ministerios Levanta
Tras muchos años de trabajo misionero y escuchar testimonios personales de víctimas de violencia doméstica en América Central, trazaron una hoja de ruta para la visión de Levanta Ministries. Nuestro corazón para cumplir con la Gran Comisión y el mayor mandamiento dentro de esta creciente población de personas afectadas por la violencia doméstica, y nuestra creencia en el poder de Dios para salvar y sanar lo que el pecado ha roto, nos llevó a fundar Levanta Ministries, una fundación 501c3 (Estados Unidos) registrado desde 2018.
Cuando comenzamos a buscar estratégicamente cómo impactar esta crisis de violencia doméstica para Cristo, nos dimos cuenta de que necesitábamos adoptar un enfoque de dos brazos para ayudar a extender nuestro alcance al enfrentar los problemas de violencia doméstica. Todo lo que hacemos se enmarca en dos pilares, Protección y Prevención.


Una necesidad desesperada...
Vimos una necesidad desesperada e inmediata de proporcionar un refugio seguro para mujeres y niños cuyas vidas corren grave peligro. No solo ofrecer una cama y comida para sus hijos, sino mostrarles de manera integral la esperanza que tenemos en Cristo, para hoy y para la eternidad. Esta parte de la visión del ministerio es la fuerza impulsora, en honor a las mujeres que Dios puso en nuestro camino y sus testimonios personales que finalmente nos llevaron a actuar. Este es el brazo de nuestro ministerio al que nos referimos como Protección. Nuestro trabajo de Prevención está diseñado para cortar esta crisis desde la fuente.
Nuestras actividades
Haga clic en el enlace “Actividades” para conocer más sobre cómo ofrecemos Protección y Prevención para Combatir la Violencia Doméstica con la Paz del Evangelio.

Equipo
Ahora, no solo brindamos un refugio seguro para mujeres y niños cuyas vidas están en peligro, sino que también llegamos a las comunidades donde la violencia doméstica es más frecuente y ofrecemos programas bíblicos diseñados para romper las cadenas de violencia en los corazones de los hombres.
Este trabajo no podría realizarse sin nuestro equipo costarricenses y alabamos a Dios por su fidelidad y sabiduría mientras llevan a cabo en oración el trabajo que Dios nos ha mostrado que hagamos juntos. Por la guía de Dios y su gracia abrumadora, hemos desarrollado un programa de seguridad y sanidad.

